Soy inversor inmobiliario y necesito ayuda con el Home Staging
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Hola, me llamo Manuel, tengo 53 años, vivo en Valencia y hace más de 15 años que soy inversor inmobiliario.
Hoy os contaré algo que detesto. Pero antes, os contaré algo que me apasiona.
Me encanta encontrar oportunidades rentables. ¿A tí también te pasa? Soy de los que se patean los barrios, habla con los vecinos, me corto el pelo en la peluquería del barrio, pregunto a quien haga falta, pero sólo si me interesa esa zona para comprar.
Cuando quiero empezar un nuevo proyecto de inversión me siento como un niño en la mañana de Navidad. Me levanto temprano, canto en la ducha (mi mujer duerme como un tronco, ni se entera), tomo un desayuno con calma mientras ordeno la agenda del día y salgo emocionado hacia el barrio que he decidido que va a ser mi nuevo mejor amigo.
Llevo un mapa conmigo y he marcado las calles que más me interesan. No son calles principales, pero son muy cercanas o colindantes, y quiero verlas de cerca. Quiero ver si hay basura en las calles, si sus vecinos son o no ruidosos. Quiero experimentar durante un rato lo que se siente viviendo y paseando por este barrio.
Miro los balcones ¿hay ropa tendida, bicicletas o trastos? ¿Es un barrio obrero o de gente joven empezando una nueva vida? ¿Es un barrio de estudiantes? ¿hay muchos jubilados? En mi experiencia, la gente mayor es importante para un barrio, le otorgan solera y sabiduría. No me gustan los barrios ultra nuevos, soy más de clásicos ¿qué le voy a hacer?
¿Veo un cartel de “Se Vende”? Ya estoy llamando, no pierdo ni un minuto.
Me embarga la emoción, quiero ver todo lo que se vende por aquí y cuanto antes mejor. Lo reconozco, en esta fase de la inversión soy muy entusiasta, hay quien diría que soy hasta impaciente. Pero lo soy porque ya he hecho mis números antes: sé cuánto es el máximo que quiero pagar, la rentabilidad que voy a sacar y el coste aproximado de la reforma.
Cuando ya he localizado cual es la vivienda ideal, negocio el precio como si no hubiera un mañana y, si hay suerte, finalmente la acabo comprando…
Pero ahora mi emoción comienza a descender…
Llega el proceso de reformas, un proceso que tiene muchos altibajos. Debo tener nervios de acero y la paciencia de un monje tibetano para manejar con mano firme y segura a las personas que se encargarán de reformar el piso según mis indicaciones. No es una etapa fácil, pero me gusta, también disfruto mucho este proceso.
Una vez está acabada la reforma, comienza la peor etapa para mí. Sí, lo reconozco, decorar con gusto la vivienda y venderla me estresan mucho. ¿El precio será correcto? ¿Se venderá pronto? ¿Y si tiene pocas visitas? ¿Y si tengo que bajar el precio?
Tengo muchas ganas de venderlo, tremendas ganas ¿por qué? Pues porque cuanto antes lo venda, antes podré empezar una nueva búsqueda y sí, un nuevo subidón de adrenalina.
Así que la parte que me toca los coj***s es, como habrás podido adivinar, decorar la vivienda y enseñarsela a los posibles compradores. Me aburre tremendamente esta parte.
Por lo que he tomado una decisión
Voy a delegar esta parte del proceso porque no quiero invertir más tiempo y energía en hacer algo que no me gusta. Me ha costado entender esto, porque la rentabilidad siempre había sido lo primero para mí.
Pero ahora lo primero es pasar tiempo con mi familia, y pasear a mis perros, y hacer más deporte, y llevar a mi mujer a algún sitio nuevo que le sorprenda.
Así que voy a contactar con una profesional del Home Staging en Valencia y voy a delegar toda esta parte que no me gusta en Nelly de Piso Feliz.
Y yo, a lo que me apasiona, a buscar otra vivienda para volver a invertir y repetir mientras el cuerpo aguante.
¿Y tú? ¿Sigues haciendo aquello que no te gusta por conseguir un punto más de rentabilidad?
¿O vas a buscar a buenos profesionales que se encarguen del Home Staging estratégico y de conseguirte una venta rápida y de calidad?
Si has elegido la segunda opción, enhorabuena, sólo tienes que contactarme 😉